lunes, 11 de junio de 2007

En Santa Pola, Transgénicos


Santa Pola, como tantos otros pueblos y ciudades del mundo, no se libra del nuevo mal del planeta llamado “globalización”. Estamos inmersos en un proceso de mundialización básicamente económica y financiera, otorgando más importancia a los beneficios privados que al bienestar social colectivo. En este sentido, uno de los inconvenientes más peligrosos que cumple a la perfección con esta lógica son los Alimentos Transgénicos.
Un transgénico u organismo modificado genéticamente (OMG) es un organismo vivo que ha sido creado artificialmente manipulando sus genes. Es decir, a una semilla de una especie como el maíz o la soja se le injertan genes de otras especies animales o vegetales, para que de ese modo las cosechas sean más abundantes y puedan aguantar mejor las plagas de insectos, las altas o bajas temperaturas y cualquier inclemencia natural. Ahora mismo investigaciones de Greenpeace han demostrado que se está experimentando con genes de vaca en plantas de soja, con genes de polilla en la manzana e incluso con genes de rata en la lechuga.
Pero, ¿En que nos afectan los transgénicos? Nos afecta directamente en la salud, ya que son un grave riesgo al poder aparecer nuevas enfermedades, nuevas alergias y nuevos tóxicos. También afectan al medio ambiente y a la agricultura; suponen un peligro para la biodiversidad y tienen un factor irreversible e imprevisible sobre los ecosistemas. Y finalmente afectan a la sociedad y a la economía, ya que el control alimentario mundial estará en manos de unas pocas empresas multinacionales.
Los transgénicos están en infinidad de alimentos, sobre todo en los industrializados, desde chocolates y patatas fritas hasta platos preparados y piensos de animales, los cuales nos los transmitirán por su leche, huevos, carne y otros derivados.
Para luchar por una alimentación libre de transgénicos debemos rechazar el empleo de éstos en los productos y no comprar aquellos que los contengan. Para eso, tenemos que mirar en las etiquetas, donde debe estar señalada la palabra “transgénico”. Nosotros tenemos la libertad de elección a la hora de elegir nuestros alimentos. Devuelve los productos que contengan transgénico y consume alimentos ecológicos y naturales.
En la página web de Greenpeace existe una guía de marcas que utilizan transgénicos en sus productos.

Infórmate, pregunta y corre la voz. En Santa Pola:
¡No al transgénico! ¡Por nuestra salud!

Víctor Lloret Durà
Coordinador de la Asociación Ecocultural “El Clot”

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